¿ Maquiavelo fue maquiavélico ?

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Nicolás Maquiavelo, sin duda, uno de los filósofos que mayor polémica moral han suscitado en la historia de la filosofía.

La antipatía a este filósofo ha surgido sobre todo de El Príncipe. Si bien no es la obra más importante del filósofo, es, por lo menos, el libro más vendido, leído y conocido del autor; cuyo estatus controvertido se hace evidente ante la multiplicidad de opiniones a las que ha dejado lugar.

En lo que a mi respecta, podemos resumir en 2 opciones la postura moral que suele atribuírsele al pensador; lo sintetizo de la siguiente manera:

A).-El Príncipe es un manual del tirano, del despotismo, de la adquisición y manutención del poder político.

B).- El Príncipe es un libro que en el fondo anhela la libertad humana, que se esconde bajo el pretexto de dar consejos al despotismo para denunciar sus secretos de manera ingeniosa y suscitar la repugnancia del espectador ante la omnipotencia de los principados o papados.

Ante estas dos posibilidades de interpretación, claramente opuestas, es muy tentador ceder ante la primera; sobre todo si se juzga  la personalidad y pensamiento de Maquiavelo sólo con la lectura de El Príncipe.

El Príncipe ganó una fama tal que el nombre de Maquiavelo originó un nuevo adjetivo despectivo (maquiavélico), que designa, desde luego, la falta de escrúpulos morales que se identifican en la obra. También surgió el término maquiavelismo.

Nicola Abbagnano nos dice que por maquiavelismo puede entenderse aquella doctrina que propone la máxima de: “el fin justifica los medios”. 1

En mi opinión, la interpretación (B) es inverosímil, sobre todo si se lee la dedicación que Maquiavelo hace al tirano, Lorenzo Médicin, al principio de la obra:

Reciba Vuestra Magnificencia esta oferta tan de buen grado como se la ofrezco. Si la leéis y meditáis antentamente, veréis en ella mi intenso deseo de veros llegar a la altura que la fortuna y vuestras virtudes os prometen. 2

Hay que tener en cuenta que Maquiavelo escribió la obra en 1513, libro póstumo publicado cerca de 15 años ulteriores. Alrededor del 1513, él se encontraba confinado fuera de Florencia, en un pueblo, San Casciano, a 15 kilómetros de su ciudad de origen. Había sido acusado de conspiraciones contra los Médicin. Evidentemente, en la situación adversa en la que Maquiavelo se encontraba, pedir clemencia era tentador. Es más, puede verse claramente la desesperación y deseo de absolución cuando le escribe a Lorenzo de Médicin en la dedicatoria:

Y si en vuestra elevada posición miráis alguna vez hacia estos bajos lugares, os convenceréis de lo injustamente que padezco la ruda y continua persecución del destino. 3

Maquiavelo le deseaba más pólvora y ofrecía mayor poder al Magnífico 4. No cabe sino admitir que es casi imposible conciliar un pensamiento ético en la vida y obra del autor; por lo tanto, la interpretación (B) parece indefendible. Por otra parte, la interpretación (A) no es absoluta; y de hecho, es algo exagerada. Hay que tomar en cuenta otras variables. Afinemos la versión (A) con el contexto socio-político de la época:

Recordemos que Maquiavelo estaba viviendo el desarrollo del renacimiento italiano, era una época de intelectualismo, de mecenazgo e interés por la cultura clásica. Pero también era una época fría; en el país menudeaban los robos, abundaban los bandidos y estaba entregado a toda clase de desordenes y excesos 5. Maquiavelo ya había tenido que abandonar Florencia cuando el Papa Julio II  en 1505 establecía alianzas entre las 3 grandes potencias europeas para destruir la república Veneciana. Después de la batalla de Agnadello, Venecia perdió en 1 día todo lo ganado en 800 años.

Bajo este contexto histórico puede entenderse mejor la visión política del autor. La intención de Maquiavelo era plantear un sistema que unificara al país y expulsará a los invasores extranjeros. Ganar batallas significaba proteger al estado. Maquiavelo pensó la solución de un príncipe astuto, un príncipe sin escrúpulos morales, capaz de garantizar un orden justo frente a la violencia de la época; fueran cuales fueran los medios para lograr este fin. Dicho sea de paso que, nuestro filósofo, introdujo por primera vez  el término «estado» , al menos en su sentido moderno, en esta obra suya El Príncipe.

Sin duda, la perspectiva (A) tiene mucho sentido.  No obstante, convendría abrir una tercera perspectiva o matizar esta opción.

El libro sí puede entenderse como un manual de adquisición y manutención del poder político, pero cuyos fines apuntan a la armonía social que sólo un príncipe puede restablecer. Así que  Maquiavelo fue un filósofo fruto de su tiempo que escribió política para y en función de los acontecimientos de su época. Negar lo anterior sería caer en anacronismos.

 

Notas de página

1.-Nicola Abbagnano, Diccionario de filosofía. Fondo de cultura económica, México, 1974.

2.- Nicolás Maquiavelo, El Príncipe. Colofón, México, 2007.p.13.

3.- Ídem.­

4.-Pseudónimo famoso que fue atribuido a Lorenzo de Médicin.

5.- Información capturada de :https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/2/614/12.pdf el día 23 de abril del 2017