Cuando hablamos de la historia de las matemáticas generalmente siempre saltan de la historia nombres de numerosos matemáticos y no matemáticos varones que hicieron grandes aportes a esta ciencia exacta, sin embargo rara vez se mencionan a mujeres que han sido partícipes en la construcción de los conocimientos matemáticos que tenemos hasta el día de hoy; si bien han sido en un menor número que los aportes de los varones, esto no significa que las mujeres sean menos capaces de desarrollar estos conocimientos; debemos recordar que antiguamente –e incluso en la actualidad- no se les permitía tener acceso a este tipo de conocimiento o educación, y las pocas que lograron abrirse camino en estas ramas de estudio muchas veces fueron mal vistas por la sociedad.
Es por esto que a continuación te presento una lista de varias mujeres que han contribuido a las matemáticas a través de los años, acompañadas de una breve reseña de su vida y sus aportaciones.
Teano
Nacida en Crotona Grecia en el siglo VI a.C. contrajo matrimonio con Pitágoras, a su muerte la cual tuvo lugar durante la destrucción de su escuela, Teano se encargó junto con sus hijas de difundir el conocimiento matemático y filosófico por Grecia y Egipto.
A Teano se le atribuyen varios tratados sobre matemáticas, física y medicina, e incluso el precepto matemático de la proporción áurea. He aquí algunos de sus trabajos:
- Números
- El número de oro
- La proporción áurea
- Rectángulos áureos
- Estrella Pitagórica
Hipatia
Hipatia de Alejandría nacida en en el 370 d.C. (aproximadamente, ya que en realidad no se conoce la fecha de su nacimiento) es recordada como una gran maestra y admirada por su gran cantidad de conocimientos. La imagen que se tiene de ella es la de una bella joven cuya muerte violenta marca un punto de inflexión entre la cultura del razonamiento griego y el oscurantismo medieval.
Hija de Teón ilustre matemático y astrónomo, director del museo de Alejandría, este deseaba que su hija se instruyera, según se dice deseaba que su hija fuera “un ser humano perfecto”, por lo que compartió sus conocimientos con ella y trabajaron juntos en varios tratados.
Hipatia fue admirada por su elocuencia e inteligencia. Se atrevió a entrar en un mundo de hombres: hablaba en público a magistrados, estudiosos y a todo aquel o aquella que quisiera escucharla. Defensora de la racionalidad científica, se convirtió en maestra neoplatónica e incluso Sócrates llego a elogiarla. Algunos de sus obras mas destacadas son:
- Comentario sobre la Aritmética de Diofanto
- Comentario sobre la Geometría de las Cónicas de Apolonio
- Elementos de Geometría de Euclides
- Canon de Astronomía
Además también se le atribuyen la creación de un hidroscopio y de un astrolabio plano.
Gabrielle Émile de Breteuil, marquesa de Châtelet
Nació en París en 1706 en una familia aristócrata de buena posición. Su padre Louis-Nicolas le Tonnelier de Breteuil, barón de Preuilliy al considerarla poco bella decide darle a Émilie, al igual que al resto de sus hijos varones, la mejor educación posible; así desde los seis años Émilie, recibió una selecta educación rodeada de un entorno intelectual frecuente en su casa. Estudió latín y griego, alemán, inglés, matemáticas y física y también se interesó por la música.
Para sorpresa de su padre, cuando comenzó a hacerse mayor desarrolló una gran belleza además de ser muy inteligente.
Algunas de sus obras:
- Las instituciones de la física
- Ensayo de óptica
- Disertaciones sobre la naturaleza y la propagación del fuego
- Discurso sobre la felicidad
Además tradujo los Principia de Newton y se dedicó a la divulgación del cálculo diferencial e integral. En una época donde la educación en las ciencias era prácticamente exclusiva para los hombres ella, dada su posición social tuvo la fortuna de recibir estos conocimientos y realizar nuevas aportaciones a la ciencia.
María Gaetana Agnesi
Nació en Milán en 1718 hija de Pietro Agnesi comerciante de seda que deseó para sus hijos e hijas una notable formación académica.
María Gaetana Agnesi fue una destacada matemática, lingüista y filósofa. Creció en un ambiente burgués en contacto con intelectuales de la época que acudían a reuniones de salón en su casa. Presionada por su padre para continuar sus estudios, no pudo llevar la vida religiosa que ella deseaba.
Público diversas obras de gran calado en la comunidad matemática de la época. La más importante ha sido Instituciones Analíticas, que logró el reconocimiento de los matemáticos de la época y fue traducida a varios idiomas, fue usada como libro de texto en toda Europa durante varios años gracias a la sencillez y claridad con la que estaba escrita.
Cuando su padre fallece esta deja de desarrollar sus trabajos matemáticos, declarando que dicha ciencia ya no le interesaba ya que era su padre el que la presionaba para realizaros, así, dedico el resto de su vida a cuidar mujeres enfermas y a la meditación.
Sophie Germain
Nació en París en 1776, en el seno de una familia adinerada, liberal y burguesa. Vivió durante la Revolución Francesa y comenzó a estudiar matemáticas para olvidar la guerra, estudiaba con tal devoción que su familia le prohibió que estudiara por miedo a que enfermara, aunque finalmente le permitieron que continuara sus estudios.
Cuando Sophie tenía diecinueve años se fundó la Escuela Politécnica de París, vetada desde su origen a las mujeres. Consiguió apuntes por medio de alumnos de la Escuela, en concreto de la clase de Análisis de Lagrange. A final del curso Sophie presentó, bajo el nombre de un ex alumno llamado Antoine-Auguste Le Blanc, un trabajo de fin de carrera que dejó impresionado al propio Lagrange. Tanto es así, que decidió ir a conocer personalmente a su alumno, descubriendo la verdadera identidad de Sophie. Este la animó a seguir estudiando ya que consideró que tenía un nivel de conocimientos extraordinario para una mujer de su época.
Recibió el apoyo de Lagrange y de Gauss, este último elogio su capacidad en varias ocasiones.
Se adentro en la física matemática, escribió sobre filosofía, química, historia y geografía. Fue la primera mujer, no esposa de académico, que pudo asistir a las sesiones de la Academia de la Ciencia.
Recibió el título de doctor honoris causa de la Universidad de Göttingen, a propuesta de Gauss, meses después de su fallecimiento.
Mary Fairfax Somerville
Nació en Escocia en 1780. Pasó su infancia en contacto con la naturaleza, alejada de la ciudad. Hasta los diez años era prácticamente analfabeta. Su padre la envió a un internado a los trece años, al darse cuenta de que era una “joven salvaje”, que no poseía ni la educación ni el refinamiento propio de una señorita.
Poco a poco fue despertando en ella el interés por la ciencia; tuvo que luchar contra la oposición de su familia, que creía que el estudio de las matemáticas, del pensamiento abstracto, podía deteriorar la salud de la mujer. Por orden de su padre asiste a clase de piano, danza y costura, mientras, por la noche, estudiaba ciencias a escondidas.
Mary Somerville fue astrónoma, matemática, geógrafa, escritora y científica autodidacta. A través de su obra, muy prolífica y multidisciplinar, contribuyó a difundir la ciencia en todos sus campos.
Destacó por el estilo sencillo, riguroso y didáctico con el que consiguió hacer de la ciencia algo asequible para todos. Sus libros fueron utilizados como libros de texto en Inglaterra hasta principios del siglo XX.
Luchó durante toda su vida por conseguir el derecho al sufragio y el acceso a la educación de las mujeres.
Hasta el momento tenemos seis mujeres que lucharon contra las limitaciones sociales que representaba su genero contradiciendo incluso a sus familias. Para cerrar esta primera parte me gustaría citar a Gauss en una de sus cartas a Sophie Germain:
“El placer por las ciencias abstractas y por el misterio de los números es extraño, ya que la maravilla de esta ciencia solo se manifiesta a los que tienen el coraje de profundizar en ella. Pero una mujer, a causa de su sexo y nuestras costumbres y prejuicios, encuentra infinitamente más obstáculos y dificultades que un hombre para familiarizarse con los problemas de la Matemática. […]”.