Del laboratorio a la cocina

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Debido a la creciente población en el mundo entero, desde principios de este siglo una parte de la ciencia se ha enfocado en encontrar una alternativa para generar alimento suficiente para abastecer a la humanidad, tratando al mismo tiempo de disminuir el impacto al medio ambiente.

Una de las propuestas presentadas ha generado una fuerte polémica en la sociedad, se trata del uso de los tan nombrados alimentos transgénicos. Un alimento transgénico es aquel que se deriva de un organismo genéticamente modificado (OGM), lo incluye en su materia prima o es en su totalidad un OGM.

Claro que aunque se aprovechan las características de dos organismos de la naturaleza, la generación de este tipo de alimentos implica la manipulación genética, es decir, la intervención del hombre forzando que un alimento contenga las características y propiedades deseadas por quien lo genera. Y justo es aquí en donde surge la controversia, donde nace la inquietud de averiguar si un alimento de esta naturaleza es seguro o existe algún riesgo de daño para la salud.

Una realidad es que aunque no estemos totalmente conscientes estamos consumiendo alimentos transgénicos, ya que es evidente que algunos vegetales han ido cambiando sus características con el paso del tiempo de una forma en la que de manera natural no es factible. Lo cierto es que antes se lograban productos similares mediante la técnica de los injertos y no nos preocupaba su efecto.

Pero, ¿afectan nuestra salud? Es aún una pregunta que ha encontrado tanto respuestas positivas como negativas, pues no hay evidencia tangible que permita generar una respuesta única que satisfaga a la mayoría. Sin embargo, si consideramos que nuestra alimentación antes de los alimentos transgénicos ya implicaba cierta problemática, como el uso y por lo tanto consumo de diversos productos químicos, de afectaciones a nivel de riego o inclusive a través de la alimentación de los animales que nos proveen diversos productos alimenticios, pues podemos concluir que un alimento transgénico tiene la posibilidad de dañarnos al igual que cualquiera de las otras condiciones mencionadas.

Si hablamos sobre la afectación a las especies endémicas, como es el maíz en nuestro país, podemos considerar que los OGM son un factor negativo, pues de alguna manera estás especies contribuyen a la cadena alimenticia de los organismos vivos, en donde cada ser vivo es un eslabón importante. No obstante desde hace varios años los seres humanos nos convertimos en los depredadores más feroces, consumiendo a la naturaleza de una forma voraz a través de la contaminación industrial, la construcción de complejos habitacionales o turísticos, generando comodidades o ganancias de diferente índole, por lo que, los OGM no son el riesgo más amenazante, sino la propia humanidad a través de los diferentes sectores industriales que nosotros llamamos progreso.

Una realidad es que las plantas transgénicas si nos han traído ventajas, ya que se han generado especies que resistan a condiciones adversas como las sequías que cada vez son más frecuentes, se ha disminuido la utilización de pesticidas tóxicos, hay mayor productividad en menor espacio de tierra evitando la tala indiscriminada de bosques (al menos para siembra), tal vez no satisfagan del todo pero tienen su lado positivo.

¿Tienen un lado negativo? Sí, considero que la naturaleza como fue concebida en un inicio es mucho más inteligente que nosotros pues siempre nos ha proveído de todo lo que necesitamos, tal vez no como nosotros queremos o deseamos, pero nos brinda alimento, vivienda, vestido, belleza y diversión, siempre conservando un equilibrio para todo ser vivo, desafortunadamente lo rompimos.

Tal vez, los alimentos transgénicos no son la mejor opción, pero son una buena alternativa para tratar de disminuir el impacto del ser humano en nuestro planeta. Los consumimos en diversos productos que nos satisfacen por diferente motivo, a veces conscientes otras no, pero son parte de nuestro mundo como lo hemos construido hasta ahora.

Considero que una de las grandes satisfacciones es comer, al menos es algo que disfruto mucho, así que disfrutemos de los diferentes productos que existen en el mercado según nuestras posibilidades y conforme nuestro paladar disfrute, olvidémonos de todos estos cambios y disfrutemos de una buena comida.