Uno de los referentes en el campo educativo es Finlandia, ya que los resultados que obtienen sus alumnos en pruebas internacionales como PISA lo colocan en los primeros lugares de desempeño escolar en las asignaturas de español, matemáticas y ciencias.
Finlandia, oficialmente República de Finlandia, es miembro de la Unión Europea desde 1995 está situado al noreste de Europa su capital y su ciudad más importante es Helsinki.
En 2015, Finlandia contaba con una población de 5.4 millones de habitantes en un área de 303 899 km². La gran mayoría de la población del país se concentra en el extremo sur, en la costa del golfo de Finlandia. Es el sexto país más extenso de Europa y cuenta con una densidad poblacional de 15.5 habitantes por km², lo que convierte al país en el segundo de menor densidad poblacional de la Unión Europea. La mayoría de los finlandeses hablan finés (o finlandés) como su lengua materna, la segunda lengua oficial es el sueco, hablado como lengua materna por un 5.6 % de la población. El gasto público para la educación ascendió al 6.1 por ciento del PIB. En educación básica cuenta con 586 000 estudiantes y 3,579 institutos con un promedio de 163.7 alumnos por escuela.
¿Qué hay de diferente en su sistema educativo? ¿Por qué tienen tantos éxitos? ¿Por qué obtiene tan buenos resultados?
Uno de los objetivos centrales de la política de educación es darles a todos los ciudadanos las mismas oportunidades de acceso, sin importar la edad, lugar de residencia, situación económico-social, sexo o lengua materna. Por eso, la educación preescolar, la educación básica y la educación secundaria superior, tanto general, como de formación profesional son, en principio, libres de costo: la enseñanza, la atención social y de salud al alumno, así como las comidas que se ofrecen en las escuelas son gratuitas en todos estos niveles. Los libros de texto y otros materiales necesarios para el aprendizaje son gratis en los niveles preescolar y básico. La educación básica en Finlandia es equivalente a la educación primaria en México y tiene una duración de nueve años y es obligatoria. También el transporte corre a cargo de la entidad proveedora de los servicios educativos.
La orientación educativa o servicios de tutoría son esenciales para alcanzar la igualdad en la educación. En los primeros seis años de enseñanza básica, la orientación está integrada en la enseñanza regular, mientras que los currículos en los niveles superiores de la educación básica y en la educación secundaria superior incluyen lecciones específicas de orientación educativa. El propósito es apoyar, ayudar y orientar a los alumnos para que alcancen el mejor resultado posible en áreas específicas, además de capacitarlos para tomar las decisiones correctas y apropiadas referentes a las opciones y alternativas de su carrera futura.
De la política educativa el responsable es el Ministerio de Educación, existe una Dirección Nacional Finlandesa de Educación que coopera con el Ministerio para desarrollar los objetivos, el contenido y los métodos de enseñanza para la educación primaria, secundaria y de adultos.
Las escuelas tienen autonomía completa, están autorizadas para impartir servicios educativos de acuerdo a sus propios arreglos administrativos, siempre y cuando respeten las leyes sobre educación.
No hay ningún sistema de inspección para las escuelas, ese cargo no existe. Las actividades de las entidades proveedoras de los servicios educativos están guiadas por la legislación y los currículos nacionales. El sistema se sustenta en la competencia de los profesores empeñados en cumplir con los objetivos establecidos en los currículos. Se ha concedido un papel importante tanto a la autoevaluación como a la evaluación externa. En 2003, se fundó un Consejo de Evaluación para la Educación y Capacitación para apoyar al Ministerio de Educación en las funciones de la evaluación. Tiene la responsabilidad de la planeación, coordinación, gestión y desarrollo de la evaluación de la educación básica y secundaria superior.
En Finlandia no se da información a los padres acerca de los centros educativos. “No publicamos rankings, ni hacemos pruebas estandarizadas, ni exámenes nacionales; tampoco tenemos inspectores escolares”, dice Janne Varjo, experto en la sociología de la educación de la Universidad de Helsinki. “Las autoridades saben cuál es la mejor escuela, pero no lo dicen públicamente; esto es necesario para evitar la segregación y la polarización escolar, un riesgo en un momento de creciente inmigración y bolsas de pobreza” por tal motivo es mejor la igualdad que la competencia.
Aquí radica el éxito de la educación finlandesa en fortalecer las áreas de oportunidad de cada centro educativo dejando de lado las comparaciones, corrupción y falta de responsabilidad de cada uno de los actores, en una segunda entrega seguiremos con el tema por su extensión, abordando también algunos aspectos a los que se ha enfrentado en la actualidad este sistema educativo.