En las últimas décadas, el hombre ha buscado la forma de obtener soluciones a enfermedades de manera más natural con compuestos provenientes de animales, plantas e inclusive de microorganismos. Existen distintos métodos de aislamientos y purificación de compuestos naturales con actividad biológica para su uso como fármacos, biopesticidas, alimentos o insumos para la industria. En esta ocasión, se hablará un poco de un compuesto que esta muy de moda debido a sus beneficios contra enfermedades por ejemplo reduce el dolor de artitris, funciona como tranquilizante, reduce la inflamación de vías respiratorias, se utiliza como tratamiento contra el cáncer y sirve como diurético, entre otras. Conocido como “acetogeninas de anonáceas”, denominadas por sus siglas en español ACG.
Las acetogeninas son policétidos, un grupo de metabolitos secundarios (compuestos químicos sintetizados por un organismo que no tienen un rol directo con su crecimiento o repruducción) que tienen actividad biológica, están presentes en la familia de las Annonaceae (guanábano, annona, chirimoya, etc). Actualmente se conoce un grupo de 430 compuestos encontrados en la familia Annonaceae (Makabe et al., 2008).
En los últimos años, se han derivado muchos comentarios sobre los beneficios para la salud de consumir la fruta del guanábano y sus homólogos, esto derivado de la detección de la presencia de acetogeninas (policétidos) en el fruto, las hojas, la raíz y las semillas de estos árboles. Lo anterior ha generado un área de oportunidad en la investigación y desarrollo para el aprovechamiento de las ACG, que son prioritarias y relevantes.
Es muy importante conocer más allá de lo que se divulga sobre los beneficios por el consumo de este fruto, es por esto que en las siguientes líneas se explican algunas de las cuestiones que nos hacemos para conocer la manera en qué las ACG actuán en el organismo y hacen del guanábano un fruto muy característico.
¿Qué es lo que lo hace un compuesto bioactivo? Su característica principal y la más importante es su composición química. Las acetogeninas pueden considerarse un compuesto bioactivo, ya que poseen un grupo γ-lactónico α,β-insaturado o saturado y uno, dos, o tres anillos tetrahidrofuránicos sobre una larga cadena alquílica; son compuestos de 35 o 37 carbonos de origen policétido, con una cadena alifática que se presenta, según el caso, hidroxilada, cetonizada y/o acetoxilada, composición química que les da las características benéficas a la salud que hacen tan atractivo su estudio (Bermejo et al., 2005).
Uno de los beneficios que se ha identificado, es que éstas moléculas pueden inhibir selectivamente el crecimiento de células resistentes y cancerígenas, por lo que presentan bioactividades especiales como antitumoral inmunosupresiva, pesticida, antiparasitaria, antimicrobiano, insecticida y antifúngica.
Entonces, ¿De qué manera actúan las ACG?, las acetogeninas de la familia de Annonaceae son potentes inhibidores de la NADH ubiquinona oxidoreductasa, que es una enzima esencial en el Complejo I de la cadena respiratoria mitocondrial, la cual se encarga de producir la energía metabólica (en forma de ATP) que requieren las células de nuestro organismo para reproducirse y llevar a cabo su función. Se especula que las células cancerosas y resistentes requieren altos niveles de ATP (energía) para tener un rápido crecimiento, por lo que, las ACG al reducir de forma significativa la producción de ATP se generan cambios fisiólogicos en la célula, entre los cuales se encuentra la disminución de la velocidad de reproducción de las células cancerosas.
Se han realizado varios estudios in vitro sobre la inhibición de la proliferación celular y actividad antitumoral para observar la acción de las acetogeninas, en los cuales se ha identificado que además de la disminución de ATP presente en la célula, se diminuye la cantidad de uno de los compuestos necesarios para la producción de energía (NADH), con lo que se llega a lograr la interrupción del ciclo celular, es decir, las células dejan de reproducirse (Chih et al., 2001; Chiu et al., 2003; Lu et al., 2006; Yuan et al., 2003, 2006).
Es muy interesante conocer las diferentes perspectivas de estudio de las acetogeninas, desde sus actividades biológicas para poder comprender de qué manera actúa esta molécula y cómo puede aprovecharse en el campo de la medicina para combatir enfermedades como el cáncer, así como en la industria medio ambiental en el control insectos y microorganismos. Esta claro que los estudios son recientes y aún falta mucho por conocer para lograr un aprovechamiento óptimo, las investigaciones necesitan incrementar sus modelos de experimentación para poder definir con claridad y tener mayor certeza y conocimiento sobre esta molécula.
La próxima vez que vea este a tu alcance una guanábana puedes tener presente que no solo se satisface el hambre o el gusto por disfrutar una fruta tan deliciosa, además estás consumiendo compuestos que ayudan a prevenir la presencia de células cancerosas o tumorales. ¡Buen provecho!