La actividad del programador, como ya se ha descrito previamente, es tal que conlleva el estudio y resolución de problemas mediante sistemas de cómputo. Estas soluciones, en la mayoría de los casos, se crean mediante lenguajes informáticos, los cuales se usan para trasladar ideas y procesos, descritos en lenguaje natural, a un lenguaje totalmente diferente, el cual es capaz de ser comprendido por sistemas informáticos.
Esta actividad se suele asociar a quienes nos dedicamos de lleno a ésta, los programadores. Sin embargo, considero que tal profesión no debería cerrarse a otros profesionistas. Esta afirmación la realizo en base a experiencias personales, los cuales describiré de forma general en esta entrada.
Durante mis estudios, tuve la grata fortuna de conocer a varias personas, doctores en ciencias, maestros, ingenieros y compañeros de carrera. Todos tenían algo en común: Centraban sus esfuerzos y estudios en alguna rama de la ciencia. Algunos en la electrónica, otros en las matemáticas, química o física, entre otros. Todos, desarrollando con esmero sus labores, me llegaron a mostrar bastante de sus áreas, lo suficiente como para poder comprender en una medida mínima necesaria sus actividades.
En muy variadas ocasiones, llegué a observar sus procesos, sus actividades y la manera en que éstas se realizaban. Siendo programador, no es un concepto ajeno para mi el de la automatización, el cual se refiere a crear un programa informático cuya tarea es la de realizar de forma automática un proceso manual normalmente repetitivo. Esto, con el fin de ahorrar tiempo y disminuir errores humanos (errores de dedo) que pudieran surgir debido a la monotonía del proceso mismo. Un ejemplo simple de esto es la actividad de tomar muchas imágenes (fotos) y cambiarles el nombre a un formato uniforme (foto01.jpg, foto02.jpg, foto03.jpg, etc).
Lo anterior me llevó en varias ocasiones a escuchar la misma historia: No se habían analizado estos procesos como algo automatizable o mejorable mediante sistemas de cómputo debido, en la mayoría de las ocasiones, a que simplemente no se tenía en mente la posibilidad como tal.
Esto me impulsó a compartir mis ideas y habilidades con varias personas, las cuales las adoptaron fácilmente, logrando resolver varios problemas. De esta forma, logré observar y comprender que la programación es una herramienta útil no solo para quienes la ejercemos de forma profesional, sino para otros profesionistas por igual.
La programación, de acuerdo a lo que he llegado a experimentar y observar, involucra un esfuerzo mental considerable, el cual requiere no sólo las matemáticas, sino también la algoritmia y la lógica. Estas disciplinas permiten, entre otras cosas, ejercitar la mente, agilizando la toma de decisiones, el análisis de problemas y el planteamiento de una solución estructurada (la cual no necesariamente involucra la creación de sistemas informáticos). Con estas herramientas disponibles, un profesionista es capaz de enfrentarse a sus labores y retos diarios, pudiendo comprender de mejor manera la naturaleza de éstos, descomponiendo de forma lógica los pasos requeridos en su solución, permitiendo incluso detectar oportunidades de mejora en éstos.
De esta forma, considero que la programación es un conjunto de conocimientos que deberían de compartirse con más carreras, aún cuando inicialmente no pudieran tener mucho en común con computación o informática, ya que la programación misma dispone de un gran valor por sí misma, aún cuando no se aplique en la creación de sistemas informáticos.
Así, hemos explorado un poco, desde mi punto de vista, la importante de la programación y los programadores, y el cómo la programación pudiera ser beneficiosa para otros profesionistas.
En entradas posteriores expondré casos específicos en los que la programación ha sido de ayuda a profesiones “ajenas” a ésta, y el cómo aprender a programa pudiera sumar valor a las actividades realizadas.